
Un país destruido donde cientos de personas lo
han perdido todo. Sin embargo, pese al dolor y la angustia de no tener nada
seguro, los sobrevivientes del huracán Matthew vistieron este domingo sus
mejores ropas y se dirigieron entre el cableado de electricidad caído de la
ciudad a las iglesias destruidas para cantar y orar al Señor.
A pesar de las pérdidas, las familias llenaron
la iglesia en ruinas de la ciudad; mucha gente se sentó en bancos al aire libre
porque Matthew arrancó los techos e incluso derribó paredes de los templos.
También, los fieles instalaron un altar y oraron en el exterior en una iglesia
que tenía severos daños.
Elise Pierre, de unos 80 años, dijo que fue un milagro divino
que sobrevivieran ella y otros miembros de su familia. "Si Dios no nos
hubiera protegido, hoy estaríamos muertos, habríamos sido arrojados al océano o
las montañas", señaló Pierre, cuyo sombrero de paja le cubría una
cortadura que sufrió en la frente cuando se vino abajo el techo de lámina de su
casa durante el momento de mayor intensidad de la tormenta.
Mientras tanto, en las Bahamas, las
iglesias fueron también muy afectadas por Matthew. "Es un desastre en lo
que se refiere al edificio. El daño es fuera, está totalmente destruido. Pero
confiamos en el Señor y sé que Él abrirá un camino, porque todas las cosas nos
ayudan a bien," dijo ella.
Fuente: cbn

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