Al menos dos personas murieron a causa del
terremoto de 7.8 grados que golpeó a la Isla del Sur de Nueva Zelanda pasada la
medianoche del domingo.
El
temblor también provocó cuantiosos daños materiales en la capital, Wellington,
donde se sintió con fuerza. Cayeron casas, puentes y las carreteras sufrieron
rajaduras.
Una de la
víctimas murió al ser sepultada por un edificio que se derrumbó y la otra por
un ataque al corazón.
Tsunami.
Se produjo un tsunami de 2.5 metros que afectó a los pueblos de la costa
noreste de la Isla Sur. El gobierno neozelandés recomendó a los habitantes de
esa zona que se desplacen “hacia zonas elevadas o lo más posible tierra
adentro”, así como subir a los pisos superiores de los edificios o incluso a
los árboles, puesto que las olas podían alcanzar los 5 metros de altura.
DESTROZOS.
El terremoto causó destrozos y muchas casas se vinieron abajo. Por ello,
decenas de personas tuvieron que pasar la noche en la calle.
Luego, se
advirtió que el número de víctimas podría aumentar y había problemas de
comunicación con la zona afectada. Asimismo, se indicó que el sismo fue
“ampliamente sentido” en el país y se advirtió a la población sobre probables
réplicas, que se dejaron sentir hasta de 6 grados.
“Estábamos
dormidos y nos despertamos sintiendo que temblaba la casa”, declaró Tamsin
Edensor, madre de dos niños.
PERUANOS.
En la zona del sismo trabajan unos 30 peruanos, pero todos están a salvo, dijo
una compatriota a OJO.
El
movimiento tuvo su epicentro a 91 kilómetros de Christchurch, que ya fue
golpeada por un terremoto en 2011 y que dejó 185 muertos. Nueva Zelanda está en
el límite de las placas tectónicas de Australia y del Pacífico, zona que
pertenece al Cinturón de Fuego del Pacífico.
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