
La cocina peruana se adapta y logra cautivar a los
comensales; eso es lo importante. No son solo cocineros conocidos; son también
cocineros jóvenes que crean propuestas ágiles, modernas y divertidas
La primera vez que me
mudé a España, en el 2002, era usual que cuando a un peruano se le antojaba
ceviche o cualquier comida local, acababa visitando el restaurante peruano de
turno; allí, en un local modesto, con música criolla de fondo, el 100% de los
comensales eran paisanos a quienes les apetecía ceviche, arroz con pollo,
chicha morada, pisco sour o un buen lomo saltado. Era muy extraño ver esos
negocios a público del país, ya que en esas épocas muy poca gente había oído
sobre la gastronomía peruana. Quizás por ahí algún peruano nostálgico llevaba a
su pareja española o a sus amigos para comer un ají de gallina; pero, en
general, el público que visitaba esos restaurantes era 100% de sabor
nacional.
MANJARES PERUANOS. Mi
segunda mudanza a la Madre Patria fue en el 2007, cuando ya se empezaba a
escuchar un poco más del ceviche; al final de mi estancia, aproximadamente en
el 2012, ya había cocineros peruanos que apostaban por conceptos modernos de
restaurantes de cocina peruana orientados para público local. Poco a poco, esos
espacios se han ido llenando; y cada vez más escuchamos en nuestro país cómo el
mundo ha ido acogiendo la cocina peruana y disfrutando de nuestros manjares, no
solo en países vecinos como Chile y Colombia -donde nuestra cocina siempre ha
sido bienvenida-, sino cruzando el charco, en Europa -hay restaurantes peruanos
en Londres, Portugal, España, Italia, entre otros- y, un poco más allá, en
Dubái, China o Indonesia.
EL SABOR DE CASA. El ceviche está de moda; y grata ha sido mi sorpresa al
llegar en este último viaje a Nueva York y ver largas colas de gente -no solo
latina, sino desde turistas hasta locales- esperando un buen bowl de ceviche.
Claro que hay adaptaciones. A cierto público no le gusta mucho la comida
picante y se debe suavizar salsas; otros prefieren mezclar el ceviche con arroz
blanco o la quinua que está de moda. No obstante, la esencia está y traspasa fronteras.
La cocina peruana se adapta y logra cautivar a los comensales; eso es lo
importante. No son solo cocineros conocidos quienes apuestan por llevar nuestra
gastronomía a otros países; son también cocineros jóvenes que crean propuestas
ágiles, modernas y divertidas. O son los mismos hijos de peruanos que han
migrado, para quienes -aunque se hayan criado o hayan nacido en algún país
lejano- la cocina peruana siempre se ha preparado en casa y es algo cotidiano
para ellos. Es así que se ven combinados de ají de gallina, seco de carne,
frejoles y arroz o quinua; o propuestas más arriesgadas donde se fusionan
ingredientes peruanos con insumos locales, creando un lomo saltado más moderno,
o mil y un combinaciones de ceviches y tiraditos. Nuestra gastronomía crece y
evoluciona. Se integran nuevas técnicas e insumos; pero guarda ese sabor a
casa, a Perú, indiscutible. Estamos esparciendo nuestra sazón por el mundo de
manera correcta y eso es lo que vale.
Fuente: diariocorreo.pe
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