Nuestra vida de fe se basa en promesas, entre ellas, la vida
eterna y la resurrección. Sus promesas pueden ser incondicionales o
condicionales. Dios cumplirá ciertas promesas sin importar las circunstancias.
Otras veces, las cumplirá bajo ciertas condiciones. El Dr. Stanley explica que
podemos estar seguros de que Dios cumplirá sus promesas, pues es veraz, fiel,
inmutable y misericordioso. Además, podemos confiar en su capacidad para cumplir
sus promesas porque es…
Omnisciente: Dios conoce cada detalle de cada decisión que
necesitamos tomar. Sabe lo que hubo antes y lo que viene después. Sus promesas
se basan en un conocimiento pleno, lo que le impide equivocarse.
Omnipresente: Dios está siempre con nosotros sin importar lo que
ocurra en nuestras vidas. Promete no dejarnos ni abandonarnos nunca.
Omnipotente: El Shaddai es el nombre hebreo de Dios que
significa “Dios Todopoderoso”. Él siempre está en control, ya sea que
entendamos lo que está haciendo o no. Nada es demasiado difícil para Él.
Las únicas razones por las que una promesa condicional podría no
cumplirse es porque nuestras peticiones no están dentro de la voluntad de Dios
o el pecado se ha interpuesto en el camino. Para estas promesas, Dios solo
requiere dos cosas de nosotros: obediencia y fe. Si seguimos al Señor y
confiamos en que cumplirá su palabra, experimentaremos las grandes bendiciones
de ver sus promesas cumplidas.
Fuente: encontacto.org
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