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El presidente estadounidense, Donald Trump, y el máximo líder norcoreano, Kim Jong-un, sonrieron, se dieron la mano y cenaron juntos  en Hanói, expresando su confianza en que su diplomacia de tinte personal conduzca a un acuerdo sobre las armas nucleares norcoreanas.

“Pienso que será muy exitosa”, señaló Trump en referencia a la cumbre, antes de comenzar una reunión de dos horas y cenar junto a Kim en un lujoso hotel.

La cita se reanuda hoy y finalizará con una ceremonia de firma de acuerdos aún no especificada.

Los mandatarios se dieron la mano y sonrieron frente a una tarima con una docena de banderas de Estados Unidos y Corea del Norte, y respondieron brevemente a preguntas de los periodistas antes de comenzar las conversaciones personales y luego cenar.

Presión

Y durante la cena, añadió la agencia, “intercambiaron opiniones profundas y sinceras con miras a lograr resultados amplios y que hagan historia”.

Trump se encuentra bajo presión luego de que la primera cumbre con el líder norcoreano, en junio en Singapur, concluyera con una vaga declaración sobre “la desnuclearización de la península norcoreana”, pero sin compromisos concretos.

Sus adversarios temen que Trump esté dispuesto a realizar demasiadas concesiones, incluso a costa de los aliados surcoreano y japonés, para reclamar una victoria y desviar la atención de lo que ocurre en Washington sobre las declaraciones de su exabogado a la comisión del Senado.

El ejemplo de Vietnam

Horas antes de esta nueva cita, el presidente estadounidense prometió nuevamente a su “amigo Kim Jong-un” un desarrollo económico espectacular si Corea del Norte acepta finalmente renunciar a su arsenal nuclear.

Trump puso como ejemplo a Vietnam, un país comunista que abrazó el capitalismo y dejó atrás la confrontación con Estados Unidos.

“Vietnam progresa como pocos lugares en el mundo. Corea del Norte haría lo mismo –y muy rápidamente– si decidiera deshacerse de su arsenal nuclear”, escribió Trump en Twitter.

Escenarios

EE. UU. aceptaría gestos simbólicos, como la apertura de una oficina de contacto o una declaración para poner fin oficialmente a la Guerra de Corea, que terminó en 1953 con un simple armisticio.

Trump insiste en que no tiene prisa en convencer a Corea del Norte de que renuncie a su arsenal nuclear, mientras el país siga sin realizar disparos de misiles.


Fuente: elperuano.pe      

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