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En el Concejo de Cartagena, también suspenden la oración y abrazos fraternos. Esta medida también aplica para estaciones de policía, colegios y oficinas públicas.


CARTAGENA, COLOMBIA. – Los cristianos de la ciudad de Cartagena realizaron una manifestación pública de rodillas. Su petición a Dios, y a las autoridades locales, es que se revoque la decisión de un juez que ordenó la eliminación de la oración en sitios públicos y privados de la ciudad.


En las plenarias del Concejo de Cartagena, también está suspendida la oración y los abrazos fraternos. Esta medida también aplica para estaciones de policía, colegios y oficinas públicas.

“Fue una sensación de dolor, de esperanza, pero también a la vez de que el Señor estaba en el asunto. Porque también era la manera como mover al pueblo a orar y a clamar por Cartagena”, dijo Duvinia Torres, concejal de Cartagena.

La orden preventiva, la expidió el juez 11 administrativo de esta ciudad, mientras resuelve la demanda que interpuso un ciudadano al considerar que dos artículos de un decreto del concejo de 2007, podrían ser violatorios a la libertad de culto, contemplada en la Constitución colombiana.
“La providencia suspende la orden que lo ve el Concejo y simplemente el único efecto que tiene es que por ahora no se puede aplicar el acuerdo, ¿qué consecuencia de ello tiene? Que las personas pueden manifestar su fe de la manera que lo deseen y no porque un actual administrativo que ha proferido el Concejo lo ordene que sea determinada manera”, dijo el juez Alejandro Bonilla.

“Se aclara, no hay ninguna prohibición de la oración como han publicado los medios de comunicación, ni ninguna prohibición de que existan abrazos fraternos como se ha mencionado. Lo que ocurre es que deja de ser obligatorio en tanto el acuerdo que lo ordenaba está suspendido. Eso que quiere decir, que las libertades, derechos y garantías constitucionales que en esa materia viene rigiendo desde 1991 no sufren ningún menoscabo y se pueden seguir ejerciendo sin ninguna dificultad e igualmente en el mismo sentido, quienes no deseen manifestar alguna forma de fe, no están obligados a hacerlo en virtud de que lo ordenaba el acuerdo que se encuentra suspendido”, añadió.

Al estar suspendidos los abrazos y la oración en recintos oficiales, miles de cristianos salieron a las calles para hablar con Dios y estrecharse fraternalmente sin restricciones.
“Y a través de la oración nosotros oramos por nuestras autoridades, por todas aquellas personas y cumplimos con un precepto constitucional establecido en el artículo 22 y es hacer todo lo que nos corresponda para traer paz a esta ciudad y a este país”, dijo Javier Bustillo, empresario y líder cristiano.



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