En 2008, Israel
enfrentó una catástrofe a nivel natural. Una sequía de diez años había abrasó
el creciente fértil y la mayor fuente de agua dulce de Israel. El Mar de
Galilea se había disminuido a unas pocas pulgadas de la “línea de lo negro”, en
el que la infiltración de sal irreversible podría inundar el lago y destruirlo
para siempre. Sancionaron restricciones de agua, y muchos agricultores
perdieron cultivos de un año.
Situaciones semejantes están ocurriendo en todo el Oriente
Medio, donde la sequía y la paralización de la actividad agrícola han producido
perdidas. Irán, Irak y Jordania todas están con escasa agua. El agua la cual es
de vital importancia está promoviendo a toda la región a actos desesperados de
acuerdo a lo informado por Global Voices.
Actualmente, como una verdadera bendición de Dios, Israel tiene
más agua de la que necesita.
La transformación de tendencia se comenzó en 2007, cuando
inodoros de bajo flujo y cabezal de ducha se instalaron en todo el país y la
autoridad nacional realizó un sistema de tratamiento de aguas revolucionario,
que permitió recuperar el 86 por ciento del agua que va por el desagüe y lo
reutilizan para el riego, transformándose en uno de los países del mundo con
mayor eficiencia en el reciclado del agua.
Introducida la desalinización,
que es el procedimiento para separar la sal del agua del mar, con el fin de
obtener agua potable, de riego o para fines industriales, la planta de Ashkelon
en 2005, a condición de 127 millones de metros cúbicos (166 millones de yardas
cúbicas) de agua. Hadera en 2009, puso a cabo otros 140 millones de metros
cúbicos (183 millones de yardas cúbicas). Y ahora Sorec, 150 millones de metros
cúbicos (196 millones de yardas cúbicas). Todas las plantas desaladoras
contadas pueden brindar unos 600 millones de metros cúbicos (785 millones de
yardas cúbicas) de agua al año, y más están en camino.
Fuente Evangelio Noticias
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