Los recaudadores de impuestos tuvieron una
imagen muy dura en la época en la que Jesús estuvo entre nosotros. Sin embargo,
uno de ellos, Zaqueo, ganó especial notoriedad por su fe y por su disposición a
desprenderse de sus bienes materiales para dárselos a los que menos tenían.
Ese es, en concreto, el concepto de la
recaudación. Obtener ingresos para luego repartirlos (aunque no monetariamente)
entre las poblaciones, ya sea mediante la prestación de servicios o la
ejecución de proyectos con gran impacto social.
En 1985, cuando Juan Pablo II nos visitó por
primera vez, el nivel de ingresos del Gobierno central registró una evolución
favorable, explicada por la mayor captación de recursos tributarios,
principalmente por impuestos a los combustibles y a las importaciones.
En ambos casos, resultaron determinantes la
elevación de las respectivas tasas impositivas y el efecto tipo de cambio real.
Ello se tradujo en un aumento en dos puntos porcentuales en la presión
tributaria, con lo que llegó a representar 15.6% del producto bruto interno
(PBI).
El rendimiento de los impuestos a la producción y
consumo aumentó en 29% en términos reales, básicamente por la mayor recaudación
por concepto del impuesto selectivo al consumo (ISC) aplicado a los
combustibles.
Al respecto, los reajustes periódicos de precios
de estos productos, asociados con los incrementos en la tasa del ISC, explican
la mayor recaudación por este rubro, a pesar de la retracción operada en la
demanda interna.
En 1988, Juan Pablo II retornó al Perú. Ese año,
la situación económica del país fue diferente. Si nos enfocamos en el aspecto
tributario, el Banco Central de Reserva (BCR) precisó que el total de ingresos
del Gobierno central ascendió a 11,406 millones de soles, alcanzando el
coeficiente de presión fiscal un valor equivalente a 9.3% del PBI.
En términos reales, la contracción de los ingresos
fiscales fue de 20%, lo que reflejó en su mayor parte la disminución de los
ingresos tributarios en 22%. La mayor contracción se observó en el rubro
“impuestos a las importaciones” y en la recaudación derivada de los
combustibles.
Con el objetivo de contrarrestar el mencionado
deterioro, el Gobierno dispuso en setiembre un conjunto de medidas tributarias,
entre las cuales se hallaba la creación del impuesto especial a la entrega de
moneda extranjera por concepto de exportaciones; el establecimiento de un
arancel mínimo de 10% sobre el valor CIF de las importaciones (manteniéndose
ciertas exoneraciones); la modificación del sistema de pagos a cuenta y de las
tasas del impuesto general a las ventas (IGV) y el ISC (excepto combustibles),
y la elevación de los porcentajes de pagos a cuenta de los impuestas a la renta
y al patrimonio.
En la actualidad
El jefe de la Superintendencia Nacional de Aduanas
y de Administración Tributaria (Sunat), Víctor Shiguiyama, proyectó
recientemente que este año los ingresos tributarios del país alcanzarían los
101,622 millones de soles, lo que significaría una expansión cercana al 12% en
comparación con el monto alcanzado en el 2017 (90,706 millones).
Destacó que desde el último trimestre del 2017 se
observa una mejora significativa de la recaudación tributaria.
“Si bien el 2017 hubo una menor presión
tributaria, de todas maneras fue un año interesante que marcó un punto de
inflexión en la recaudación”, detalló.
El funcionario puntualizó que la presión
tributaria en el 2017 fue de 12.9% del PBI y estimó que este año la presión
cerrará en 13.6% del PBI.
Fiscalización
El año pasado se aprobaron alrededor de 50 medidas
de facilitación en beneficio de los contribuyentes y usuarios de comercio
exterior, por lo que este año se impulsará el cumplimiento de las obligaciones
tributarias, informó Shiguiyama.
“Sin descuidar las labores de facilitación durante
el 2018, tenemos que plantearnos como objetivo que los ciudadanos cumplan con
sus obligaciones tributarias y aduaneras voluntariamente o como resultado de
las acciones de fiscalización que serán fortalecidas con el apoyo de la
tecnología”, anotó el jefe de la Sunat.
En ese sentido, el funcionario expresó su
expectativa de que los ciudadanos apoyen la labor tributaria exigiendo
comprobantes de pago en todas sus compras de bienes o servicios.
“Si solo solicitaran boletas, podríamos
incrementar anualmente la recaudación en 3,000 millones de soles”, agregó.
Fuente: diariocorreo.pe
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