Si en algún momento de tu vida has fracasado o
las cosas no te han ido como esperabas, recuerda que tus fracasos son escalones para que llegues más arriba.
No es lo
que te pasa, sino lo que pasa dentro de ti lo
que hace la diferencia. El problema no es tus deudas, problemas familiares,
(pon tu situación aquí), etc, sino cómo reaccionas ante ellos.
La dificultad
que hoy estás viviendo puede ser el lugar donde te quedes estancado, o la
oportunidad de Dios de hacer el milagro que él tiene para ti, si lo dejas.
Hace más
de 2,000 años un padre desesperado se acercó a Jesús y le pidió por su hijo:
"ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer,
al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y
dijo: Creo; ayuda mi incredulidad". (Marcos 9:21-24 RV60)
El día de
hoy, cree, pues todo es posible si puedes creer, Josué.
Toma una
determinación y niégate a seguir viviendo como hasta hoy. Tienes mucho que
aprender, conocer y mucho para expandirte!
Si te
quejas de que no tienes dinero: ¿estás ofrendando con regularidad?
Si la
gente no se "acerca a ti": ¿Cómo estás tratando a los demás?
Si tienes
problemas de salud: ¿Te cuidas en las comidas?
Si te
sientes en soledad: ¿a cuántas personas has abrazado esta semana?
Si te
faltan recursos para tus propósitos: ¿estás ayudando a otros dándoles de tu
tiempo, talentos, finanzas, etc?
Se nos ha
predicado mucho que Dios va a hacer esto y lo otro, pero ¿Qué estás haciendo tú
para que sus promesas sean realidad en tu vida?
Es tiempo de poner de tu
parte y HACER lo que Dios espera de ti.
Fuente:
sitiodeesperanza.com
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