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Todas las personas tienen la disposición de trabajar creativa mente. Lo que sucede es que la mayoría jamás lo nota. Cuando el trabajo es un placer la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto la vida es una esclavitud. La única clave que tienes que seguir para apreciar tu trabajo es: “¡ALABAD AL SEÑOR…!” (Salmo 105:1)  Antes de comenzar a quejarte acerca de tu trabajo, echa una vistazo a las normas que los empleados de la fábrica Mt. Corry Carriage y Iron Works tenían que cumplir en el año 1782: ”



(a) Diariamente, los empleados barrerán los suelos y quitarán el polvo de todos los enseres.
(b) Todos los días llenarán las lámparas de aceite, purgarán las mechas y limpiarán las chimeneas.
(c) Cada empleado traerá un cubo de agua y una pala llena de carbón para las necesidades del día.
(d) Harán sus plumas para escribir cuidadosamente, pueden afilarlas a su gusto.
(e) La oficina abrirá a las 7 de la mañana y cerrará a las 8 de la noche todos los días, menos en el de descanso.
(f) A los hombres solteros se les dará una noche libre a la semana para cortejar, y hasta dos noches si asisten a la iglesia regularmente.
(g) Cada empleado deberá guardar una porción de su salario para cubrir sus necesidades cuando envejezca, para no ser una carga social.
(h) Se sospechará del valor, las intenciones, la integridad y la honradez de los empleados que fumen cigarros españoles, consuman bebidas alcohólicas de cualquier tipo, se afeiten en barberías o frecuenten salones públicos.
(i) Los empleados que hayan realizado su trabajo en mi servicio lealmente y sin falta por un periodo de cinco años, siendo austeros, atentos a sus obligaciones religiosas, considerados con sus semejantes y respetuosos de la ley, recibirán diariamente un aumento salarial de cinco centavos, siempre que se gasten en la empresa.”

¿Qué te parece? Tal vez tu trabajo no sea tan malo después de todo -Entonces comienza  “¡Alabad al Señor…!” (Salmo 105:1), y agradecer por lo que tienes en el nombre de Jesús. Amen


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