El recluso,
Troup Foster de 54 años, cumple una sentencia de cadena perpetua por asesinato
capital, manifestó que su vida fue transformada radicalmente después de pasar
casi ocho años en régimen de aislamiento. “Estaba pensado en suicidarme pero,
recordé a Jesús. Así que me puse de rodillas y clamé a Dios: ‘Por favor, si
estás aquí, vas a tener que llevarme’.” declaró Foster.
Cerca de 60 reclusos
completaron el seminario en Darrington."Sabemos que, a menos que no haya
un cambio de corazón, no van a ser eficaces en su ministerio. Nuestro propósito
es no sólo darles una educación teológica, sino transmitir a cada miembro de la
facultad, nuestro corazón por el ministerio, por la Biblia y por el amor de
Jesús", explicó el seminarista, Dean Denny Autrey.
"Algunas personas
se gradúan de la universidad, del seminario y se van al norte de África o
Checoslovaquia o Rusia, a su campo de misión. Este es mi campo de misión y ya
me he adaptado a la cultura para enseñar el lenguaje de Dios. He sido llamado
aquí." manifestó Foster haciendo alusión a la prisión.
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