Perfil. Es jefa de
Pasaporte Peruano de la agencia de Miraflores de la Superintendencia de
Migraciones, institución en la que trabaja desde 1994. Servidora pública de
carrera, está convencida de que el profesionalismo tiene que inspirar el buen
servicio al ciudadano, y que el Estado debe cumplir con eficiencia y
transparencia su labor.
La bautizaron con el nombre de una diosa, pero esa
evocación no alteró el talento que heredó, hace más de tres décadas, de su
padre y abuelo, experimentados guardias civiles: capacidad de observación y
leer la mirada y el movimiento corporal de la gente. Rita Venus García Palomino
supo conjugar su formación de comunicadora con la virtud familiar en una
función que tiene relación con la seguridad del país.
Es jefa de Pasaporte Peruano de la agencia de
Miraflores de Migraciones, administra las citas de las personas que solicitan
ese documento para salir o ingresar al Perú y si son menores, verifica que las
autorizaciones de los padres o apoderados sean legales.
“Emito pasaportes biométricos a toda persona que
lo solicite, previa cita”, cuenta. Ella y el equipo que lidera en la oficina
descentralizada de Migraciones, ubicada en el sótano del Ovalo Gutiérrez,
entregan 400 pasaportes diarios, entre los turnos de mañana y tarde.
Últimamente, Rita recibe los casos especiales. Son
de personas que no sacaron cita previa porque requieren que el trámite sea
inmediato. Son profesionales peruanos que fueron contratados por empresas
extranjeras, en su mayoría de Ecuador, Chile o España.
También son casos de personas que estudiarán
maestrías o doctorados fuera del país. Cada vez son más las mujeres que
solicitan pasaporte para mejorar su performance profesional, cuenta. Ella
explica que la comunicación con el público es importante para la función que
cumple allí. “Pues hay que explicarle los procesos, tranquilizarlo, darle
confianza”.
Transparencia y servicio
Antes de Migraciones, trabajó en la Guardia Civil,
cuando aún no se había fusionado con las otras fuerzas para dar origen a la
Policía Nacional del Perú. Allá, por los años 80. Trabajó con ahínco para
pagarse sus estudios universitarios de comunicación. Al término de su
formación, aprovechó la oportunidad que se le presentó para trabajar en
Migraciones. Era 1994.
“Tengo 32 años en la administración pública, de
los cuales 27 los desempeñé aquí como inspectora, supervisora y también
coordinadora de control migratoria en el aeropuerto Jorge Chávez. Aprendí a
mirar al detalle todo, cada visa, cada pasaporte que llegaba a mis manos. Usaba
lupa y tocaba la textura de los papeles para detectar si eran falsos.
Desenmascaré una mafia. Recuerdo especialmente la liderada por una mujer
ecuatoriana que no toleró ser descubierta y me amenazó por largo tiempo. Tuve
que rotar, y regresar a las instalaciones de Breña”, rememora.
Imagen y servicio
Hoy, en la oficina de Miraflores no es inspectora,
cargo que la apasiona, sino encargada de atender los pedidos de solicitudes de
pasaporte. Busca comunicar al público que llega que los trámites en muchas
entidades públicas del Estado, como Migraciones, ya no son engorrosos. La
motiva su deseo por dejar una buena impresión de su institución.
“El trámite para sacar un pasaporte no es del otro
mundo si la persona tiene su DNI. Por el servicio no tiene que entregar nada a
cambio, no tiene que coimear como ocurrió atrás. A veces las personas me dicen,
señorita le debo algo. No me debe nada, señor, le respondo. Es nuestra función,
es nuestro servicio”, manifiesta muy orgullosa.
Hoja de vida
Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación, con
especialidad en Publicidad de la U. Inca Garcilaso de la Vega (1986-1991).
Se capacitó en Documentación Fraguada en 1994.
Siguió la Maestría en Gestión Pública de la
Universidad San Martín de Porres (2016 -2017).
Asistió al Seminario de Río de Janeiro, Brasil,
para Pasaportes Biométricos y Seguridad Fronteriza (2012).
Fuente: elperuano.com.pe
Publicar un comentario