
La 26ª Expedición Científica del Perú a la
Antártida (Antar XXVI)inicia hoy su travesía. Un helicóptero, una ecosonda para
monitorear la biomasa marina y un robot submarino son algunos de los equipos de
última tecnología que por primera vez el Perú lleva al continente blanco.
Esta nueva expedición se hará por segunda vez en
el buque oceanográfico BAP Carrasco, una especie de crucero polar construido en
España y que ahora es sucesor del BIC Humboldt.
En conferencia de prensa realizada ayer dentro del
BAP Carrasco, en el puerto del Callao, representantes de la Marina de Guerra,
del Ejército y del Ministerio de Relaciones Exteriores explicaron cuáles son
los objetivos de la misión, el itinerario, los equipos de última tecnología que
se llevan, entre otros.
“El BAP Carrasco es uno de los buques de
investigación más modernos del mundo y el más moderno de la región”, remarcó el
capitán de navío Carlos Guerrero Malpartida, director del buque. Señaló que la
expedición durará 99 días; se inicia hoy y culminará el 15 de marzo del 2019,
es decir, durante el verano austral.
Programas científicos
Esta vez se desarrollarán 13 programas científicos
en la base peruana Machu Picchu y 11 programas en el mar, los cuales tienen
relación con áreas como la glaciología, geología, investigación atmosférica,
estudio del Fenómeno El Niño y el cambio climático.
Los expertos detallaron que algunos de esos
proyectos tienen que ver con la biotecnología y también con la posibilidad de
elaborar un antibiótico a partir de un elemento hallado en la Antártida.
El contralmirante Jorge Paz, director de
Hidrografía y Navegación de la Marina, dijo que la Antártida es una especie de
laboratorio natural y que la presencia del Perú busca contribuir a la ciencia
internacional, al ser miembro consultivo del Tratado Antártico desde 1989.
El BAP Carrasco tiene ocho versátiles laboratorios
científicos con equipos hidrográfico y oceanográficos de última generación.
Última tecnología
Además de un helicóptero para operaciones de
rescate, este buque lleva una ecosonda multihaz de aguas profundas que registra
datos en 3D hasta 11,000 metros de profundidad, así como una ecosonda
científica de pesca para monitoreo e identificación de la biomasa marina.
De igual modo, dos vehículos autónomos submarinos
que envían en tiempo real información de hasta 3,000 metros de profundidad, una
roseta oceanográfica para tomar muestras de agua y un robot submarino que
inspecciona tuberías, muelles y estructuras de fondeo.
El buque Carrasco también lleva un pistón corer, que
puede penetrar hasta 18 metros dentro del fondo marino para realizar estudios
de geología marina.
El embajador Roberto Seminario, director de
Soberanía, Límites y Asuntos Antárticos del Ministerio de Relaciones
Exteriores, señaló que también se proyectará la presencia del Perú por medio de
actividades diplomáticas e intercambio cultural con las bases antárticas
extranjeras.
De esta manera, explicó, se efectuará la labor
encomendada en cumplimiento de los lineamientos establecidos en el marco de la
Política Nacional Antártica.
Fuente: elperuano.pe
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